Para hablar de Cannabinoides en epilepsia, y si mejoran la epilepsia, tenemos que comenzar hablando de pacientes con condiciones neurológicas. Donde la epilepsia es una de las enfermedades más frecuentes y afecta a millones de personas en todo el mundo.

Es una enfermedad tratable, con altas tasas de respuesta terapéutica y la mayoría de los pacientes se controlan con fármacos antiepilépticos y llevan una vida normal, pero cerca del 25-35% de los pacientes no responden a los medicamentos¹.

Los pacientes que no responden a los medicamentos se conocen como pacientes con epilepsia refractaria y representa una condición crónica, frecuente y costosa que requiere una aproximación clínica integral y multidisciplinaria. La epilepsia refractaria afecta de forma significativa la calidad de vida del paciente y aumenta la morbimortalidad relacionada.

Los avances en el desarrollo de medicamentos no han modificado de manera significativa el porcentaje de pacientes con epilepsia refractaria, lo que ha quedado demostrado en diferentes cohortes prospectivas que han evaluado la respuesta terapéutica durante más de 30 años. En esos estudios se ha encontrado que hasta el 36% de los pacientes persisten con crisis epilépticas a pesar de recibir varios medicamentos adecuados y apropiados para su enfermedad².

La falta de resultados clínicos satisfactorios para el manejo de pacientes con epilepsia refractaria ha llevado a la ciencia médica en una búsqueda de alternativas terapéuticas con mecanismos de acción diferentes a los convencionales, que se han denotado como más eficaces y novedosos. Este es el punto donde toma importancia el uso de Cannabinoides en la epilepsia.

En esa búsqueda de nuevos medicamentos surgen productos a base de Cannabis como una alternativa terapéutica eficaz y segura. En la actualidad, los Cannabinoides son considerados una herramienta terapéutica complementaria donde otros tratamientos de primera línea han en el manejo de diferentes enfermedades neurológicas crónicas, de las cuales hace parte la epilepsia¹.

En la actualidad, sabemos que las plantas de Cannabis contienen más de 100 compuestos terpenofenólicos, que se han denominado Cannabinoides. Los 2 más abundantes son el delta-9-tetrahidrocannabinol (Δ9-THC) y el Cannabidiol (CBD). A día de hoy, contamos con varios ensayos clínicos que han evaluado la eficacia del CBD en el control de ciertos síndromes epilépticos (síndrome de Dravet y síndrome de Lennox-Gastaut)³.

Los 2 Cannabinoides más abundantes, Δ9-THC y el CBD. Actúan a través de receptores acoplados a la proteína G, que forman parte del sistema endocannabinoide y que se han denominado CB1 (expresado principalmente en neuronas del sistema nervioso central y periférico) y CB2 (expresado principalmente en células del sistema inmune). Los receptores CB1 disminuyen la excitabilidad neuronal y la liberación de neurotransmisores modulando la apertura de los canales de potasio y bloqueando los canales de calcio. Los receptores CB2 están implicados en la modulación inmune⁴.

El Δ9-THC es un agonista parcial de los receptores CB1/CB2 y tiene un potente efecto antiinflamatorio, sin embargo, es el responsable de la mayoría de los efectos psicotrópicos, cognitivos y comportamentales del Cannabis; por esta razón, no se han realizado muchos esfuerzos para desarrollar el THC como un fármaco antiepiléptico.

Se proponen varios mecanismos de acción de los Cannabinoides en la epilepsia, entre otras, se han planteado algunas hipótesis⁵:

1.    Modula el transportador ENT, el receptor GPR55 y el canal TRPM8, los cuales están involucrados en fenómenos de hiperexcitabilidad neuronal.

2.    También modula la activación del receptor serotoninérgico 5HT1a, algunos receptores de glicina y el canal TRPA1, los cuales ayudan a regular las concentraciones de calcio intracelular.

3.    Adicionalmente, el CBD es un potente inhibidor de ciertas enzimas hepáticas (CYP3A4, CYP2C9 y CYP2C19), por lo que inhibe el metabolismo de algunos fármacos antiepilépticos que utilizan el mismo sistema enzimático, potenciando sus propiedades antiepilépticas.

Uno de los casos más conocidos sobre eficacia clínica de extractos de Cannabis enriquecidos con Cannabidiol y que generó una gran cobertura mediática fue el de Charlotte Figi, una niña norteamericana con síndrome de Dravet y epilepsia refractaria que tuvo una mejoría significativa en el control de su enfermedad luego de utilizar un extracto de Cannabis enriquecido con CBD.

Un estudio que evaluó la eficacia de dicho producto en el control de la epilepsia. Se evaluaron 74 pacientes con epilepsia refractaria que utilizaron el extracto de Cannabis enriquecido con CBD en una proporción de CBD:THC de 20:1. La dosis de THC no excedía los 0,5mg/kg/día y la dosis de CBD fluctuaba entre 1 y 20mg/kg/día; sin embargo, el 81% de los pacientes utilizaron dosis menores de 10mg/kg/día, lo que se atribuyó a que la mayoría mantenían el producto de manera sublingual por varios minutos, logrando de esta forma una mayor biodisponibilidad y un menor metabolismo de primer paso⁶.

En este estudio, cerca del 50% de los pacientes reportaron una mejoría de más del 50% en la frecuencia de crisis. Adicionalmente, se reportó una mejoría en el comportamiento, el alertamiento, el lenguaje, la comunicación, las habilidades motoras y el patrón de sueño⁶.

Es de resaltar que los Cannabinoides son considerados una herramienta complementaria para el manejo sintomático de algunas enfermedades neurológicas entre estas la epilepsia, además es claro que los extractos de Cannabis enriquecidos con CBD representan un modelo de sinergia botánica en el cual se cree que el efecto clínico es el resultado de interacciones complejas entre todos los componentes de la planta y no son consecuencia de un producto químico aislado.

Adicionalmente, la evidencia científica actual de los extractos de Cannabis enriquecidos con CBD no es tan abundante como quisiéramos; sin embargo, los reportes de casos, las encuestas dirigidas y los ensayos abiertos publicados hasta el momento evidencian que estos productos pueden ser una alternativa eficaz y segura en el tratamiento de la epilepsia refractaria.

El CBD purificado al 100% tiene una evidencia científica sólida que surge a partir de varios ensayos clínicos controlados y aleatorizados, los cuales apoyan su uso para el tratamiento de la epilepsia refractaria en el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut.

Aún existen muchos interrogantes que deberán aclararse con estudios específicos, por ejemplo, está por definirse la diferencia en el uso de extractos de Cannabis enriquecidos con CBD y el CBD purificado al 100%. Definirse su perfil de seguridad a largo plazo en las dos presentaciones. Sin embargo, a pesar de los interrogantes, los Cannabinoides representan una novedosa y cada vez más demostrada, alternativa eficaz para el tratamiento de pacientes con epilepsia refractaria.

1.https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra1004418

2.https://jamanetwork.com/journals/jamaneurology/fullarticle/2666189

3.https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29279892/

4.https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jcpt.12235

5.https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/epi.12631

6.https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S1059131116000054