El Cannabis ha sido utilizado en el tratamiento del dolor desde hace milenios. Los cannabinoides, que son los compuestos derivados del Cannabis, son prometedores como agentes terapéuticos, particularmente como analgésicos. Sin embargo, su uso clínico se ha complicado debido a su origen botánico y a la controversia legal que rodea al Cannabis¹.

El dolor es una respuesta neurofisiológica que se produce después de una lesión o daño físico. También puede expresarse en casos en los que la lesión es inexistente, pero el organismo actúa como si esta hubiese ocurrido. En términos más amplios, el dolor ha sido definido como una experiencia que puede ser sensorial o emocional, y que puede ser percibida por todo ser vivo con sistema nervioso central.

El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. El dolor es el resultado de una estimulación por parte de las terminaciones nerviosas sensitivas de la zona. El dolor es el síntoma fundamental de inflamación o problema en una zona, y su aparición alerta de la presencia de un problema o enfermedad.

1.    Dolor agudo: Es una señal del sistema nervioso ante un daño potencial o real. Forma parte del sistema de defensa del organismo y su efecto puede ser inmediato o durar hasta seis meses.

2.    Dolor crónico: Tiene una persistencia superior a los seis meses y tiene múltiples causas que lo originan.

1.    Dolor nociceptivo: Los nociceptores son los receptores del dolor. Cuando son estimulados, se genera la sensación de malestar.

2.    Dolor neuropático: Es una experiencia sensorial que se origina en el sistema nervioso central (nervios periféricos, columna vertebral, cerebro), pero se proyecta en una región completa, donde dichos nervios están distribuidos.

3.    Dolor psicogénico: En este caso, no existen causas fisiológicas directas, ya que el dolor tiene un componente psicológico.

En este caso, el tipo de dolor se clasifica según la zona donde ocurra el estímulo.

El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. El dolor es el resultado de una estimulación por parte de las terminaciones nerviosas sensitivas de la zona. El dolor es el síntoma fundamental de inflamación o problema en una zona, y su aparición alerta de la presencia de un problema o enfermedad.

Algunas investigaciones han demostrado que el Cannabis puede ser útil para tratar dolores agudos (repentinos e intensos) de manera eficaz en músculos, huesos, ligamentos, tendones o nervios. En una revisión sistemática de 18 ensayos aleatorios controlados con placebo se analizaron 1740 pacientes y 7 en estudios de cohortes se analizaron 13095 pacientes, donde evaluaron los cannabinoides. En los estudios el 56% de los pacientes fueron con dolor neuropático, y entre el 3% y el 89% eran mujeres. Encontraron que los productos de Cannabis sintéticos orales con proporciones altas de THC a CBD y los productos de Cannabis extraídos sublinguales con proporciones de THC a CBD comparables pueden asociarse con mejoras a corto plazo en el dolor crónico².

En otro estudio se evaluó la actividad analgésica del CBD encapsulado en micelas poliméricas y de un extracto de Cannabis, utilizando modelos de dolor térmico, químico y mecánico en ratones. Encontrando que la formulación micelar tuvo un efecto analgésico significativo en un modelo químico de dolor, alcanzando un porcentaje de analgesia del 42%. La actividad analgésica del CBD encapsulado en micelas fue mayor que la del extracto de Cannabis libre, lo que implica que la encapsulación es una estrategia eficiente para mejorar la estabilidad y la funcionalidad de los cannabinoides. En conclusión, el CBD encapsulado en micelas poliméricas podría ser una terapia prometedora para el tratamiento del dolor en el futuro³.

En un estudio donde la vía de administración de cannabinoides fue tópica y no se incluyo la vía oral ni la inhalada y los datos analizados incluían específicamente dolor neuropático. Reclutaron a 29 pacientes con neuropatía periférica sintomática: 15 pacientes fueron asignados al azar al grupo de CBD con el producto de tratamiento tópico con aceite de emú enriquecido con CBD y 14 pacientes fueron asignados al azar al grupo de placebo. Después de cuatro semanas, se permitió que el grupo de placebo pasara al grupo de tratamiento durante otras cuatro semanas⁴.

Esta revisión sistemática de la literatura reveló que existe una falta significativa de evidencia sobre el papel de los productos cannabinoides vía tópica, como alternativos a la vía oral e inhalada, en el tratamiento del dolor neuropático. Las aplicaciones clínicas del Cannabis y de los productos cannabinoides tópicos, incluido el tratamiento del dolor neuropático, claramente merecen una mayor exploración. Se necesitan ensayos controlados aleatorizados a largo plazo y de mayor calidad para examinar si los cannabinoides administrados por vías distintas a la inhalación y la vía oral pueden tener un papel en el tratamiento del dolor neuropático⁴.

Otra revisión sistemática de la literatura tuvo como objetivo investigar qué dosis y que rango activo del CBD se han aplicado en poblaciones clínicas, para comprender una variedad de contextos médicos. Se hallaron un total de 1.038 artículos, de los cuales 35 estudios cumplieron los criterios de inclusión y abarcaron 13 contextos médicos. 23 estudios informaron una mejoría significativa en los resultados de la condición clínica primaria para lo cual se utilizó. Se concluyó que se usó unas dosis que oscilaron entre <1 y 50 mg/kg/d⁵.

Algunos pacientes optan por utilizar el Cannabis medicinal en cualquiera de sus presentaciones para el manejo del dolor. Es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento con Cannabis medicinal. Estos pueden proporcionar asesoramiento sobre los aspectos clínicos relacionados con su uso y pueden ayudar a determinar si es una opción adecuada para cada individuo.

1. Cannabis en el tratamiento del dolor: consideraciones clínicas y de investigación (isciii.es)
2. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35667066/
3. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37298776/
4. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35631782/
5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6710502/