Cannabis medicinal y dolor

Cannabis medicinal y dolor

El cannabis se ha utilizado desde la antigüedad con fines recreativos y medicinales. Es una fuente muy rica de compuestos químicos, la mayoría denominados fitocannabinoides, que tienen una variedad de efectos fisiológicos, principalmente por su unión a receptores cannabinoides endógenos como el CB1 y CB2, entre otros¹.

El cannabis tiene propiedades terapéuticas potenciales y sus preparaciones se han utilizado como remedios tradicionales para tratar el dolor y la emesis. Los cannabinoides sintéticos se utilizan clínicamente como analgésicos, antiespasmódico, antieméticos y estimulantes del apetito. La toxicidad significativa del cannabis es poco común en los adultos, sin embargo, puede tener múltiples efectos adversos agudos y crónicos¹.

La calidad de la evidencia en este campo se ha visto limitada por la corta duración de los estudios, los reducidos tamaños de las muestras, la falta de grupos de control y la existencia de sesgos en la mayoría de los estudios revisados. La decisión de incorporar los cannabinoides como terapia en alguna de las condiciones descritas depende de la evidencia, el uso de terapias previas y el tipo de paciente¹.

El cannabis, es una planta que ha sido estudiada por sus posibles efectos analgésicos en el tratamiento del dolor. La relación entre el cannabis y el dolor:

  1. Efectos analgésicos: El cannabis contiene compuestos químicos llamados cannabinoides, siendo el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) los más conocidos. Estos cannabinoides pueden interactuar con el sistema endocannabinoide del cuerpo, que regula diversas funciones, incluyendo la percepción del dolor. Algunos estudios han sugerido que el cannabis puede ayudar a aliviar el dolor crónico y agudo en ciertas condiciones médicas.
  2. Dolor crónico: El cannabis ha sido estudiada en el tratamiento del dolor crónico, como el asociado con enfermedades como la fibromialgia, la artritis, la esclerosis múltiple y la neuropatía diabética. Algunos pacientes informan alivio significativo del dolor cuando utilizan productos de cannabis medicinal.
  3. Dolor agudo: El cannabis también se ha utilizado para aliviar el dolor agudo, como el dolor postoperatorio o el causado por lesiones traumáticas. Sin embargo, su eficacia puede variar según la persona y la dosis utilizada.
  4. CBD y THC: El CBD es un componente no psicoactivo del cannabis y se ha estudiado por sus posibles propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Por otro lado, el THC es el componente psicoactivo principal del cannabis y también puede tener efectos analgésicos, pero puede causar efectos secundarios psicotrópicos no deseados.
  5. Formas de administración: El cannabis se puede consumir de diversas formas, como fumar, vaporizar, consumir comestibles o utilizar aceites y tinturas. Cada método de administración puede tener diferentes efectos y duraciones, por lo que es importante tener en cuenta la preferencia del paciente y las recomendaciones médicas.
  6. Legalidad: La legalidad del cannabis varía según el país y el estado. Algunos lugares han legalizado el uso medicinal y/o recreativo del cannabis, mientras que en otros sigue siendo ilegal. Es importante consultar las leyes locales y seguir las regulaciones correspondientes.

Es esencial destacar que el cannabis no es la mejor opción para todas las personas con dolor, y su eficacia puede variar considerablemente entre individuos. Antes de considerar su uso, se debe hablar con un médico que pueda evaluar la situación médica y proporcionar orientación sobre las opciones de tratamiento disponibles, incluyendo el cannabis medicinal si es legal en tu área. Además, se deben tener en cuenta los posibles efectos secundarios y riesgos asociados con el uso del cannabis.

Como funciona el cannabis medicinal en dolor

La activación de los receptores del sistema endocannabinoide en las neuronas periféricas, espinales y supraespinales, suprime la transmisión nociceptiva. Además, estos receptores están presentes en las células inmunitarias y regulan la reacción inflamatoria¹.

Los cannabinoides controlan el dolor al actuar sobre varios receptores mediante diferentes mecanismos; por ejemplo, el THC tiene la capacidad de inhibir la síntesis de prostaglandina E-2 y estimular la lipoxigenasa, de disminuir la liberación de 5-hidroxitriptamina (5-HT) en las plaquetas y su captación sinaptosómica, al mismo tiempo que aumenta su producción cerebral con impacto en el sistema trigémino-vascular en las migrañas, en la alteración de la función dopaminérgica, la inhibición de la liberación presináptica de glutamato y la activación del potencial receptor transitorio de los vanilloides-2 (TRPV2)¹.

Por otro lado, el CBD puede inhibir o desensibilizar la señalización neuronal del TRPV-1 o agonista del receptor de capsaicina, el cual es capaz de inhibir la enzima FAAH, responsable de la hidrólisis de la anandamida y la inhibición de su recaptación¹.

El CBD tiene la capacidad de inhibir el metabolismo hepático del THC a 11-hidroxi-THC, compuesto este más psicotrópico, y de aumentar su vida media, lo que reduce sus efectos secundarios¹.

El CBD puede reducir los efectos antiinflamatorios al disminuir las especies reactivas de oxígeno (ROS), los niveles del factor de necrosis tumoral (TNF-α) y las citocinas proinflamatorias. Además, puede inducir la apoptosis de las células T, inhibir su proliferación y reducir la migración y adhesión de las células inmunitarias, lo que resulta en una reducción del estrés oxidativo y la inflamación¹.

Opiáceos o cannabis medicinal para el manejo de dolor.

En la mayoría de los casos, el dolor crónico se trata con opiáceos, antidepresivos y fármacos anticonvulsivos. Actualmente, los únicos analgésicos para tratar el dolor grave son los opioides, pero estos se asocian con efectos secundarios como sedación, estreñimiento, pérdida de apetito, náuseas, insuficiencia respiratoria, tolerancia, dependencia o riesgo de abuso. En estos casos, el cannabis se considera una opción contra el dolor y su legalización en algunos países se ha reflejado en una disminución de las muertes por sobredosis debida a opioides¹.

Que dicen las asociaciones científicas sobre cannabis medicinal y dolor

La International Association on the Study of Pain (IASP) señala que los cannabinoides no son efectivos contra el dolor neuropático crónico y no recomienda su uso de manera concluyente. Por otro lado, la American Academy of Neurology sugiere que los médicos pueden ofrecer THC o CBD en aerosol bucal o THC oral, para reducir los síntomas de espasticidad y dolor en la esclerosis múltiple.

En el 2017, las National Academies of Sciences, Engineering and Medicine de Estados Unidos encargaron a un grupo de expertos hacer una revisión exhaustiva de la literatura existente en torno al efecto del cannabis y los cannabinoides en la salud y el estado actual de la evidencia y las recomendaciones, la cual incluyó más de diez mil artículos. Concluyeron que existe evidencia sustancial de que el cannabis y los cannabinoides son efectivos en el tratamiento de pacientes con esclerosis múltiple aquejados de espasticidad, como tratamiento coadyuvante contra las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia, y en el tratamiento de dolor crónico en adultos.

El dolor neuropático es la indicación clínica con mejor evidencia. Las dos guías clínicas donde se pueden encontrar a los cannabinoides provienen de Canadá. La guía del tratamiento farmacológico del dolor neuropático de la canadiense del dolor que asigna el tercer escalón tras los gabapentinoides/antidepresivos y el tramadol/opioides. La sociedad canadiense de médicos de familia aconseja los cannabinoides para el dolor neuropático tras haber probado 3 agentes (y para el dolor en paliativos tras 2 agentes) ².

En conceso general, hoy en día se recomiendan el cannabis medicinal y los cannabinoides cuando la terapia estándar no es suficiente para aliviar el dolor. Debe iniciarse con dosis bajas de CBD e ir aumentándolas gradualmente, así como la concentración de THC, según la reacción clínica terapéutica y la tolerabilidad, y considerando la experiencia previa con el cannabis y los efectos adversos.

Dosis inicial y titulación de cannabis medicinal. CBD y THC

Se recomienda iniciar con 5 mg de CBD dos veces al día y aumentar a 10 mg cada dos a tres días, hasta una dosis máxima diaria de 40 mg. Si la reacción cínica terapéutica no es satisfactoria, deben agregarse 1 a 2,5 mg de THC por día y ajustar con 1 a 2,5 mg cada dos a siete días, hasta un máximo de 40 mg/día¹.

Referencias

  1. https://revistabiomedica.org/index.php/biomedica/article/view/6468
  2. https://scielo.isciii.es/pdf/dolor/v29s1/1134-8046-dolor-29-s1-43.pdf

Autor

John Jarbis Garcia Tamayo

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